¿Se pueden mantener relaciones sexuales mientras dormimos y no acordarnos de nada al día siguiente? Quizá para algunos les suene a ciencia ficción, pero existe y se llama sexsomnia y se clasifica como un trastorno del sueño como también podrían ser el insomnio, el sonambulismo, la somniloquia (hablar en sueños) o la somnolencia diurna.

Conocido también como comportamiento sexual sonámbulo, la sexsomnia aún no está claramente definida, pues ciertos investigadores la califican como una parasomnia en si misma, mientras que otros la incluyen dentro del sonambulismo. Lo que sí sabemos, como sucede con los sonámbulos o las personas que hablan en sueños, es que los sexsomnes pueden mantener relaciones sexuales mientras duermen y al día siguiente no recordar nada de lo sucedido.

Del mismo modo que hay personas que hablan, caminan o se levantan de la cama mientras siguen dormidos, los sexsomnes pueden llegado al caso tener actividad sexual a pesar de permanecer completamente dormidos. 

La sexomnia ocurre en adultos jóvenes y se caracteriza por masturbación e intentos inapropiados de tener relaciones sexuales, seguidos de amnesia total de los eventos. Puede asociarse con otras parasomnias como el sonambulismo y los despertares confusionales. Otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño y el trastorno del movimiento periódico de las piernas, pueden desencadenar episodios de sexsomnia.

sonambulismo sexual

Las parasomnias son fenómenos sensoriales o motores anormales que ocurren durante el sueño, el adormecimiento y el despertar. La International Classification of Sleep Disorders diferencia las parasomnias entre las que se producen durante el sueño REM (como las pesadillas o la parálisis del sueño) y las que ocurren durante el sueño NO REM (como por ejemplo el sonambulismo, los despertares confusos y los terrores nocturnos).

Existe un tercer grupo denominado «otras parasomnias», en las que se incluye, por ejemplo, la enuresis, el síndrome de la cena durante el sueño y la catatrenia. En los últimos años, han incluido la sexsomnia, en esta parasomnia existe una activación motora específica que da lugar a conductas sexuales inapropiadas que son involuntarias. En la sexsomnia, los sujetos después de haberse dormido practican o intentan consumar conductas o relaciones sexuales de forma inapropiada e inhabitual, sin ser conscientes de ello ni recordar haber-las realizado la mañana siguiente. Estas conductas consisten tanto en masturbarse como en intentar una actividad sexual con la pareja que duerme en la misma cama, o con otra persona que no es la pareja habitual y con la que no comparte cama ni habitación. Pueden tener repercusiones conyugales y legales en los casos más graves, o en los que se involucran a menores.

Los neurólogos explican que en los pacientes son sexomnia las partes del cerebro que se mantienen alerta son las que controlan la visión, el movimiento y la emoción; al  mismo tiempo que las zonas encargadas de la memoria, la toma de decisiones y el pensamiento racional aparentemente quedan en el sueño profundo.

Se desconoce su prevalencia por su rareza y probable infra-diagnóstico derivado de su desconocimiento y del pudor de pacientes y médicos a describirla. Existe poca información médica sobre la sexsomnia, dado que no se han descrito más de 50 casos en la literatura médica hasta octubre de 2012, y a que clínicamente podría confundirse con otras entidades como la epilepsia.

sexsomnia

Causas de la sexsomnia

Debido a que el número de personas que la padecen a nivel mundial es muy bajo, se considera una enfermedad rara cuyas causas todavía están investigándose. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud afecta tan solo al 2% de la población mundial. Sin embargo, los estudios han demostrado que la sexsomnia es causada por:

  • ansiedad y estrés
  • falta de sueño
  •  fatiga
  • consumo de alcohol y drogas
  •  Abuso de ciertas sustancias
  •  Trastornos psicológicos o enfermedades psíquicas sexuales.
  • Trastornos del sueño como: apnea obstructiva del sueño, síndrome de la pierna inquietas.

Diagnóstico y tratamiento de la sexsomnia

El primer caso de sexsomnia se comprobó hace más de una década con la cooperación de la pareja, quien resulta afectada por la patología de su compañía de cama. Como hemos comentado ya, no se trata de comportamientos conscientes ni tampoco son simples sueños, sino una cierta actividad sexual que realmente sucede existiendo masturbación, caricias e incluso realizar el acto sexual de forma brusca y agresiva. Por eso los especialistas en trastornos del sueño interrogan al paciente y a su pareja, verifican que quien padece el sonambulismo sexual no consuma fármacos o posea condiciones que justifiquen su comportamiento y la ausencia de recuerdos. También se le realiza una polisomnografía, una prueba que sirve para diagnosticar trastornos del sueño, y que registra la actividad cerebral y los movimientos oculares del paciente dormido. Este trastorno puede arruinar la vida de una persona por lo que es importante buscar ayuda médica de inmediato para que indique el tratamiento adecuado con fármacos y terapia psicológica.

La unidad multidisciplinaria del sueño del Hospital Clínic de Barcelona realizó un estudio basado en la historia clínica y el registro videopolisomnográfico de pacientes identificados. Como es habitual en los estudios de este trastorno, la muestra era pequeña: tres varones y una mujer entre 28 y 43 años de edad que referían conductas sexuales durante el sueño de entre 9 meses y 7 años de evolución. Estas conductas consistían en la masturbación sin buscar la participación de la pareja, que dormía en la misma cama, e intentar el coito con vigorosidad conductual y verbal inapropiada e inhabitual. Los pacientes mostraron completa amnesia del evento y asombro cuando escucharon lo que habían hecho. Tenía antecedentes de sonambulismo, excitación confusa y somnolencia. La video polisomnografía no reveló comportamiento sexual, pero se registraron apnea y movimientos periódicos de las piernas. La conclusión de este estudio es que la sexsomnia afecta a jóvenes y predomina en los hombres.

Sin poder ser extrapolable al resto de sexsomnes, es cierto que algunos de ellos pueden tener como origen ciertos sentimientos reprimidos como la culpa, la vergüenza o los remordimientos, estando la salud mental muy vinculada de forma directa con la aparición de esta parasomnia.

Esta teoría, sin embargo, no está avalada por el estudio del Instituto Clínico de Neurociencias, que en sus conclusiones aclara «no existir trastornos psiquiátricos ni antecedentes de traumas sexuales o alteraciones de la esfera sexual como las parafilias», una realidad en la que en su impresión clínica no había en sus pacientes «evaluaciones psiquiátricas ni neuropsicológicas específicas».

Lo que sí puede influir en la aparición son circunstancias que fragmenten el sueño, como  las apneas, los movimientos periódicos de piernas o las alteraciones del ciclo vigilia-sueño.

Referencias

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