A pesar de la libertad sexual de esta generación y la existencia de ‘apps’ para ligar, cada vez más hombres jóvenes acuden a la prostitución. ¿Qué factores están empujando a los chicos jóvenes a quedar con escorts?

Usuarios y académicos nos cuentan sus razones

Cuando apenas tenía 21 añosMarcos acudió por primera vez a un prostíbulo: “Fue después de una noche de fiesta en la que estábamos celebrando el cumpleaños de un amigo. Fuimos todos a tomar una copa y bueno…”. Con estas palabras relata en conversación telefónica con El Confidencial la primera vez que el joven madrileño fue usuario de prostitución. “En ese momento me pareció algo hasta gracioso, fuimos, echamos unas risas, tomamos la última, algunos follamos y pa’ casa”, explica un segundo antes de pedir que su nombre real no aparezca en este reportaje.

Dos semanas después volví a un ‘puti’ y a partir de ahí más de una vez le he cogido el coche a mi padre para ir a Marconi», un polígono industrial de la capital que se caracteriza por la fuerte presencia de prostitutas, «para ver qué se cocía”, relata con un tono que va decayendo a medida que pronuncia la frase.

Este es el mismo caso de Miguel, que también rehúsa aparecer con su nombre real y se inició de una manera parecida. En su caso fue tras una cena con su equipo de fútbol. A sus 23 años, el joven, parco en palabras y sin querer revelar su procedencia, dice que recurre a estos servicios porque es «fácil, rápido, te hacen lo que quieres, no es caro y no tienes complicaciones«.

Desde la perspectiva de los expertos, hay varios motivos por los cuales los jóvenes quedan con escorts. Entre ellos: la presión social, el acceso a la información, la falta de educación sexual y el aumento de la ansiedad y la depresión.

En primer lugar, la presión social es uno de los principales motivos. La presión social, como la imagen idealizada de la belleza o el estatus, puede provocar un sentimiento de inseguridad en los jóvenes y conducirles a buscar aprobación y validación a través de la interacción con señoritas de compañía. La presión a la que se ven sometidos algunos jóvenes por mantener relaciones sexuales por primera vez o con una determinada frecuencia también son factores a tener en cuenta.

En segundo lugar, el acceso a la información. Internet y las redes sociales han facilitado el acceso a la información sobre señoritas de compañía, lo que hace que sea más fácil para los jóvenes encontrar y contactar a estas profesionales. 

Por otro lado, la falta de educación sexual también puede contribuir al aumento del consumo de señoritas de compañía entre los jóvenes. Muchos jóvenes carecen de los conocimientos sobre relaciones saludables y asuntos sexuales, lo que puede llevarlos a buscar aprobación y satisfacción sexual fuera de sus relaciones. El otro gran problema, con el que coinciden la mayoría de los expertos consultados, es la pornografía. En gran medida estos vídeos están concebidos desde una perspectiva que no contempla el placer real de la mujer, sino que la cosifica. Al existir una ausencia de educación sexual real, los ‘millennials’ piensan que el sexo es eso que ven en páginas como ‘Pornhub’. El siguiente paso es recurrir a las prostitutas para satisfacer esas necesidades sexuales irreales.

Finalmente, la ansiedad y la depresión también pueden ser un factor que contribuye a este aumento. La ansiedad y la depresión son trastornos mentales comunes entre los adolescentes, lo que puede llevarles a buscar consuelo y compañía.

Las cifras 

Al margen de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, el «consumo» de sexo de pago se concentra fundamentalmente en el corredor mediterráneo y tiene como ‘clientes’ recientes -aquellos que han pagado por sexo en el último año- a entre el 4 y el 6% de los hombres, según las estimaciones de un nuevo estudio realizado en la Comunidad Valenciana sobre la prostitución en esta autonomía y el conjunto de España.

Alrededor de un tercio de los hombres (el 32,1%) reconoció haber pagado dinero por mantener relaciones sexuales la última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó por el consumo de prostitución en España en 2008. El 10,2% señaló que solo había pagado una vez en su vida y otro 21,9% reconoció que habían sido más veces.

La encuesta más reciente a nivel nacional la realizó el INJUVE para el Informe Juventud en España 2020. El 10,6% de los jóvenes de entre 15 y 29 años reconoció haber consumido prostitución (el 4,8% más de una vez en su vida). El 3,9% de los chicos de 25 y 29 respondió que lo había hecho más de una vez.

 

consumo escorts

Accesibilidad, inmediatez, comodidad… La sociedad modifica sus comportamientos al ritmo que marcan las generaciones nativas de la era ‘conectada’, criada en la gestión rápida y sin esfuerzo de tantas cosas antaño tediosas. Pero no todo son papeleos, exámenes ni compras. El sexo también ha encontrado su hueco. Sexo de pago que asegura el fin y ahorra el cortejo.

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